La canción de la vida, esa preciosa melodía que engalana el amanecer de las personas es un claro ejemplo de existencia, y por lo tanto de vivencia. No obstante, es fundamental tener una filosofía para afrontar las grandes tormentas que golpean la primavera de un ser emocional. No se trata de fortaleza o debilidad, hablamos de encontrar ese mecanismo que nos ayude a levantarnos después de una dura batalla. Algunos adolescentes buscan respuestas a un desamor y quieren soluciones, pero no todo tiene solución si nos aferramos a un camino sin salida. Y algunos viejos adolescentes, creen que tienen todas las respuestas.
Cada melodía tiene un mensaje de vida, cada persona tiene algo maravilloso que ofrecernos, cada temporal es distinto de otros, y cada corazón es fiel a sus latidos. Y en ese caminar, la «vida», te dará vida. Tendrás una felicidad transitoria, pero nunca eterna, gozarás de salud en tiempos difíciles, y perderás a seres queridos en el momento menos oportuno. Es la vida y sus tempestades.
Por lo cual, una filosofía de vida aportará un mecanismo de defensa ante cruciales situaciones, y será difícil, casi imposible, que el mal salga airoso de la batalla.
Es importante elegir una canción que pueda guiar cada momento mágico, y vivir con la melodía emocional más bella el resto de los días. Pero si la melodía no va al ritmo que quieres, dejarla pasar.